Día 5: De basura e historias tiernas

Pues tenía escrita media entrada que por H o por B no daba publicado, pero dados los nuevos acontecimientos he borrado y empezado de nuevo.
Vengo con noticias: FE se muda. el día 23. y me da un miedo enorme porque a saber lo que nos espera ahora. Yo ya estoy temblando.
Y a raíz de esto ha intentado por activa y pasiva hablar con nuestra casera que por algún motivo está desaparecida en combate. Lo único que ha conseguido es enviarle un email que no respondió, y enviarle otro amenazando con denunciar el caso en el servicio de protección al inquilino (o algo así) con lo cual ella respondió que no tenía constancia de nada de lo que pasa en la casa.
Y a mi esto me ha rebotado de cojones. ¿Por qué? Pues porque todas estas fotos que os enseño en el blog y casi todas estas cosas que os cuento, y más, se las mando por email cada dos por tres y ella me responde que son problemas que tenemos que resolver entre los inquilinos. ¿EN SERIO QUE NO ESTABAS ENTERADA?
Ah, por no hablar de que tampoco está enterada de que no tenemos acceso al patio interior... cuando ella misma fue quien desmontó el salón para hacerlo una habitación y se fue con la tele debajo del brazo... Por lo visto vive en realidades paralelas y no las recuerda todas. Debe de ser eso.
El caso es que ir sacando fotos a todas las cosas que pasan por la casa por ahora me la librado de tener que pagar un lavavajillas que no he roto. Y el día que me hagan pagar por el segundo desatasco de tubería también tiraré de fotos. Aunque de poco servirá supongo.
Por ahora se ha fundido otra luz más en la casa, y son bombillas de fluorescente para más inri, con lo cual yo no voy a hacer el desembolso que es dos de esas, por lo tanto en el piso subterráneo (donde la cocina, el salón y el otro aseo) está con la luz del rellano fundida, y desde hoy también la del aseo. Eso significa que el cuarto de baño de arriba es ahora el único para 6 personas. Y con un fumador empedernido que cada media hora de reloj va a fumarse el pitillo allí.
Diversión asegurada ;)

Entre otras cosas que pasan en la casa, seguimos peleando por intentar no morir asados-helados (aunque seguramente de esta tontería es que hemos cogido el gripazo que hemos cogido)
Seguimos encontrando la casa completamente desocupada y con las luces encendidas y el pestillo sin echar y seguimos a la espera de que un día pase algo malo porque son tan vagas que no pueden ni buscar la llave en el bolso para abrir. O que cuando lleguen y nosotros tengamos echado el pestillo se dediquen a echarnos pestes pensando que no les oímos.

El otro día estaba en la cocina cuando bajó FE y se puso a hacer su cena y al abrir la nevera que comparten vi que no se encendía la luz. Le pregunté si es que se había estropeado a lo que me dijo que no que debía de ser la luz fundida. Mi nevera seguía funcionando por lo que desenchufada no estaba pero al meter la mano dentro estaba a temperatura ambiente. Un nuevo vistazo nos hizo ver que alguien había puesto la rueda al cero... La habían apagado y llevaba días así que FE tuvo que tirar la mayoría de su comida, por no hablar de que le han gastado la botella de leche entera dos veces...

Además el número de brócolis por el suelo está creciendo a un número alarmante

Entre mucha otra basura, y bolsas de basura por todas partes, las encimeras ya no son seguras para acercarse, y siempre que voy a cocinar pongo platos para poner la comida encima. ¡Ah! y ¿recordáis cuando queríais una foto de los fogones y os dije que no porque acababa de pasar la señora de la limpieza y la foto no haría justicia? Pues un mes y pico después aquí tenéis...


Bonito ¿verdad? Yo lo considero arte moderno. Últimamente me da demasiado asco entrar a la cocina, quiero estar en ella lo menos posible. Y supongo que habrá quien se pregunte por qué no la limpio. Bien. Cuando yo entré a vivir aquí la limpiaba todas las mañanas. Me bajaba y estaba una hora quitando el lavavajillas que había dejado a la noche, colocando los platos sucios en él de nuevo, limpiaba la encimera y los fogones y una vez a la semana, cuando alguno de mis compañeros libraba lo hacían ellos y además limpiaban el suelo. Algo justo y correcto, igual que el baño, no había turnos pero siempre había alguien dispuesto a limpiarlo. Y la casa no estaba sucia, bueno si, pero lo que corresponde a una casa con cinco personas de un lado a otro todo el día. Cuando llegaron estas dos señoritas la cosa cambió, porque a pesar de mi hora de limpieza diaria la cocina duraba limpia dos horas (de reloj) y llegó un momento en el que me obsesioné tanto con limpiar la cocina que me pasaba más tiempo en ella que haciendo cualquier otra cosa. Me da muchísimo asco cocinar en un lugar sucio, no es para nada recomendable. Pero pasarme más de cuatro horas al día limpiándola cada día tampoco lo es. Más después cocinar, y volver a limpiar. NO. Me niego. Y más si soy la única que lo hace.
El lavavajillas lo dejé de poner y usar porque yo todas las noches lo ponía a lavar y alguien después de mi lo abría aún en funcionamiento para poner platos sucios y lo dejaba con la puerta abierta con lo cual por las mañanas tenía que volver a ponerlo a lavar, y gastar el doble de jabón (que salía de mi bolsillo), y después tenían la comodidad de que era yo quien guardaba todo en las alacenas. Ellos solo ensuciaban y mágicamente todo volvía a estar limpio.
Cuando yo me cansé de hacer eso y empecé a lavar los platos a mano, la gente que tiene una malicia que no se la aguanta, empezaron a tirar comida al fregadero supongo que con la intención de atascarlo y que así tuviese que usar el lavavajillas si o si, pero me dio igual, seguí fregando a mano a pesar de estar atascado.
Entonces fue cuando decidieron usar una táctica nueva y fastidiarme gastando mi jabón líquido para poner a funcionar el lavavajillas. Yo, tonta de mi, guardaba el jabón líquido en el fregadero y cuando dejé de usar el lavavajillas guardé las pastillas porque se dedicaban a malgastarlas (porque no les había costado el dinero a ellos) y esto es lo que me encontré cuando llegué a casa por la noche:



En cuanto vi esto lo primero que hice fue sacarle foto, y lo segundo subir a la habitación a mandarle un email a la casera contándole lo amable que es la gente en la casa y lo que había pasado con el lavavajillas en cuestión, a lo que ella respondió que eso eran problemas entre los inquilinos y debía ser resuelto entre nosotros (pero ojito que ella no está al tanto ¿eh?). Después cuando pasó la navidad, el drama del lavavajillas lleno de moho, y a la vuelta GA se quejó de que le parecía asqueroso que dejásemos sin lavar los platos que (ella había) ensuciado, le mandó un email a la casera diciendo que estaba roto el lavavajillas y su respuesta fue que todos teníamos que pagar uno nuevo. JÁ. Le mandé yo otro email refrescándole la memoria con estas mismas fotos diciéndole que ya le había avisado de que la gente estaba usando las cosas sin respeto alguno y que yo no iba a pagar por un lavavajillas que no había roto.
Tres meses después el lavavajillas sigue ahí lleno de moho. No nos atrevemos a abrirlo por si sale un alien o algo.
Otra cosa que también me tiene en vilo es ¿qué crecerá en el microondas?

Que por tener tiene hasta su propio jugo. Cuando llegué a esta casa lo tuve que lavar con lejía porque estaba lleno de moho negro, y guantes en mano me puse a limpiarlo hasta que quedó como nuevo. Y desde esa aún lo tuve que lavar dos veces más. Pero ya me niego a hacerlo más veces. Estoy un poquito harta de tener que limpiar las porquerías de los demás.

Pero bueno, para contrarrestar todas estas cosas malas siempre me queda el consuelo de nuestra mascota.

Tenemos familia de babosas en la casa. Ésta es la madre, que vive en la cocina y todas las noches te puedes encontrar en cualquier sitio. Y sus hijas, 3, viven en el aseo del piso de abajo y llevo meses viéndoles crecer con emotividad. Por las noches es cuando salen y se les ve por el suelo. También me encontré otra saliendo del desagüe del fregadero una vez que lo estaba desatascando, pero pensé que entre el agua caliente y la lejía la había matado, así que la tiré al cubo de la basura y mágicamente revivió. Me sentí engañada e Iván tiró la bolsa de basura con ella dentro por mala baba (¿lo cogéis? soy genial...)
Así que no hay mal que por bien no venga, por el precio de una habitación viene incluida la mascota y la piscina, porque cuando pones la lavadora pasa esto:

¿A alguien le apetece un baño?